martes, 31 de mayo de 2011

[Fic Naruto] Como las nubes


Este es un fic one-shot que escribí para un reto en un foro.. Es sobre Kakashi y Hanare, la kunoichi que aparece en una de las sagas de relleno de Naruto Shippuden... Espero que les guste ^^

 
Como las nubes
 
Era un lindo día, no muy diferente a otros días de verano en la Aldea Oculta entre las Hojas. Kakashi Hatake descansaba recostado en la hierba al costado del camino que salía de la Aldea. Con la mirada perdida en el celeste cielo, su mente comenzó a divagar, cosa que últimamente hacía muy seguido.
Hacía un año y medio que Naruto y Jiraiya habían partido hacia su entrenamiento, y ¿quien sabía cuando regresarían? Con los disparates del viejo sannin y las travesuras del rubio uno nunca sabe con que puede llegar a salir ese dúo. Respiró profundo, se recordó a si mismo que ese viaje no lo habían emprendido con fines de descanso o recreo, todo lo contrario, iban a entrenar. Entrenar. Eso es lo que él también debería estar haciendo. Sasuke se había marchado, se había unido a Orochimaru, y debían recuperarlo, rescatarlo, y para eso no sólo el jinyuriki debía volverse más fuerte, sino también él, porque un buen líder debe ser fuerte para que quienes lo sigan se sientan protegidos...
Una melodía lo sacó de sus pensamientos. Era una melodía que e resultaba algo familiar, como si ya la hubiera escuchado antes... Se incorporó un poco, apoyando la espalda en el tronco del árbol que estaba detrás suyo. Miró el camino que estaba frente a él, definitivamente aquella bella melodía provenía de por ahí.

--oo--

Ella caminaba tranquilamente mientras tocaba su shamisen con despreocupación. Ni siquiera sabía qué era lo que estaba tocando, simplemente sus dedos se movían, agitando las cuerdas con ritmo y armonía, haciendo que una hermosa melodía inundara todo su alrededor, dejando un hermoso rastro tras ella.
Miró hacia el cielo, sonrió al ver las blancas y esponjosas nubes. Una de ellas tenía una forma peculiar, muchos dirían rara, que la hizo sonreír aún más. Tomó una gran bocanada de aire, para luego volver su vista al camino. Él se había colado en sus pensamientos una vez más. Cada vez que miraba las nubes él estaba ahí, con su cabello puntiagudo, sus hombros relajados, su voz pacífica, su sonrisa invisible pero perceptible... Un cosquilleo recorrió su cuerpo, incluso había recordado su aroma. ¿cómo podía ser? Hacia más de dos años que lo había visto por última vez, pero su recuerdo seguía tan vivo en ella como si hubiera pasado apenas un día.
Sacudió su cabeza. Debía dejar de pensar en él, después de todo quién sabía lo que había sido de su vida. Ella había desterrado de su aldea, lo había dejado a él parado al borde de un precipicio y se había marchado a caminar y tocar su shamisen por el mundo. Él era un shinobi, tenía obligaciones, y además tenía a esos tres niños a su cuidado. No, debía quitarlo de su mente, de una vez por todas....

--oo--

La bella melodía seguía acercándose y no pudo resistir la tentación. Se puso de pie y fue hasta el camino, debía hallar la fuente de esa hermosa música que cautivaba sus odios y estaba llegando de a poco a su corazón endurecido por lo años de seguir el código ninja.
Y entonces la vio. Su corazón dio un brinco dentro de su pecho al ver a esa mujer de cabello verdoso, largo y sedoso, volando al compás de la brisa veraniega. No puede ser, pensó. Es ella.
- Ha-na-re....- murmuró, casi inaudiblemente.
La mujer, que al parecer sí lo oyó, levantó la vista del camino de tierra y miró directamente a su persona. Automáticamente la joven dejó de tocar el shamisen que llevaba en sus manos y se detuvo en seco.
- ¿Ka-Ka-Shi?- ella clavó sus marrones ojos en los grises de él.
Estaban a pocos metros de distancia. Pero pronto esos metros de convirtieron en apenas unos centímetros. Ambos corrieron al encuentro con el otro, fundiéndose en un cálido abrazo. El jounin de Konoha, que había enterrado su rostro en el cabello de la chica, se separó de ella un poco y la miró a los ojos.
- ¿Q-Que haces aquí, Hanare?
Ella lanzó un suspiro de risa- Simplemente caminaba por ahí y bueno...- antes de terminar la frase, ella apoyó su cabeza en el pecho de él y aspiró con fuerza su aroma- Kakashi... te he extrañado mucho...
- ¿Extrañado? Yo te recuerdo cada vez que miró las nubes....
Ella lo miró y sonrió nuevamente- También yo.
Hanare posó suavemente sus dedos sobre la bandana que cubría el ojo derecho del shinobi y los deslizó por debajo de la máscara que la continuaba. Kakashi detectó las intenciones de la muchacha y tomó su mano, deteniéndola.
- La última vez, mis labios se posaron en los tuyos, pero con esta cosa en el medio, no quiero que pase de nuevo- reprochó ella y, sin más, desenmascaró al atónito ninja copia.
Sonrió una vez más y, rodeando la nuca del hombre con sus brazos, posó sus labios sobre los de él. Kakashi, algo atontado, respondió al beso con ternura y pasión a la vez. La tomó de la cintura, la atrajo aún más hacia sí y enterró su mano izquierda en aquel lacio cabello.
Y así permanecieron, jugando con sus lenguas y sus manos, absorbiendo la esencia y el aroma del otro. Sólo la necesidad de respirar los separó.

--oo--

- Lo lamento, pero no puedo quedarme más tiempo aquí- dijo con un dejo de tristeza la joven de la aldea de la llave.
El ninja copia la miró con tristeza en su mirada y, con la misma tristeza en su voz, dijo en forma de respuesta:
- Lo se.
--oo--

Y entones, Kakashi Hatake, el ninja copia, observó con tristeza como la mujer que lo había cautivado con sus ojos y con su música se alejaba de la Aldea, caminando hacia el horizonte, llevada por la brisa, como las nubes en el celeste cielo de verano.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Bajo la lluvia [FF Bones]


Bajo la lluvia

La lluvia caía fuertemente sobre la ciudad. Seely Booth y Temperance Brennan viajaban en el automóvil del agente. Ella estaba empapada por la lluvia, ya que había salido a mitad de la noche, siguiendo por vez primera sus impulsos, hacia donde creía había sido la escena del crimen que estaban investigando. Se sentía muy extraña, por tres días había estado trabajando día y noche en el caso de asesinato de una cirujana con la cual había llegado a identificarse. Pero, afortunadamente, con la atrevida incursión nocturna, había podido entender muchas cosas, y sus ojos se habían abierto a muchas otras. Esa mujer había muerto sola, porque había vivido sola, y aunque había pasado un año de su desaparición, parecía que nadie la había extrañado lo suficiente; y en el fondo suyo, sentía que algo muy parecido podría llegar a pasarle a ella. Respiró profundo, miró la carretera, sus ojos se llenaron instantáneamente de lágrimas; necesitaba sacar todo al exterior. Y ahí estaba él, su compañero, su amigo, el hombre con el cual había compartido los últimos seis años de su vida, con el que había reído, llorado, hecho justicia, incluso enfrentado a la muerte ¿qué mejor que Seely para contarle eso? Sin más, simplemente dijo:
- Murió con arrepentimientos.
Él la miró por unos segundos, luego, volviendo su vista a la carretera casi inundada, respondió:
- Todos morimos con arrepentimientos, Bones.
El nudo en su garganta aumentó y con el poco aliento que le quedaba, dijo:
- Pero yo… yo no quiero morir así, no quiero arrepentirme…- pero no pudo terminar la frase, ya que él le dirigió una mirada de extrañeza y preocupación que hizo que sus lágrimas salieran con fuerza de sus ojos, quebrando su voz en un fuerte llanto.
Booth abrió los ojos de par en par y pisó el freno bruscamente. No podía creer lo que sus ojos veían, no concebía lo que sus oídos acaban de escuchar… El corazón le dio un gran vuelco al comprender lo que su querida Bones estaba intentando decirle. Se la quedó mirando anonadada mente por unos minutos, hasta que se percató de que aún estaban en el medio de la calle. Estacionó lentamente, se quitó el cinturón de seguridad y se volteó para poder mirarla mejor.
- Bo-Temperance… yo…
Ella lo miró. Esas hermosas esmeraldas lo miraban tristemente, bañadas por las lágrimas. No pudo resistirse, simplemente la abrazó con todas sus fuerzas. Parecía tan pequeña, frágil e indefensa, sentía que debía protegerla, cuidarla, hacerla sonreír o al menos intentar reparar ese corazón que acababa de darse cuenta que estaba roto.
Ella se acurrucó en su pecho. Su hipnotizante aroma la envolvió y los latidos de su corazón, junto a la calidez de sus brazos, comenzaron a tranquilizarla. Cuando su llanto se calmó un poco, se separó unos centímetros del cuerpo del agente y lo miró a los ojos. Esos ojos que había contemplado miles de veces, pero que por primera vez miraba con atención; esos negros y profundos ojos, ahora algo brillosos, la miraban con extremada ternura. Se sentía estúpida e inmadura por lo que estaba sucediendo, pero no podía evitarlo, simplemente no podía.
- Booth, yo… lo siento… se que no es el momento, se que debí haberlo dicho hace tiempo, cuando tuve la oportunidad, pero soy una tonta y no lo hice, y soy más tonta aún por decírtelo ahora, pero… te quiero mucho… yo… te amo…
El pelinegro sintió como si le clavaran un puñal en el corazón. Esas dos sencillas palabras lo apuñalaron profundamente y reabrieron una herida vieja, que él creía que ya había sanado… Obviamente estaba equivocado, porque sintió como si le sangrara el corazón. No supo con exactitud qué hacer, por lo que secó las lágrimas que resbalaban por sus mejillas con la manga de su campera. Ella cerró los ojos al contacto de su piel con la suya, y cuando se detuvo, volvió a abrirlos y fijó su mirada en la de él.
- Temperance…. Yo… estoy con Hannah…
- Lo se… pero… sólo… solo bebía decírtelo… y…
- Lo se…- le tomó el rostro con ambas manos y apoyó su frente en la de ella- Bones…- respiró profundo para calmar los latidos de su corazón, que se habían acelerado increíblemente- ¿Qué se supone que haga contigo, mi querida Bones…?
Ella lanzó un suspiro de risa, pero con un dejo de tristeza.
- También te quiero… te quiero mucho…
Su voz se había tornado un susurro. Serró los ojos con fuerza y de lo profundo de su corazón escuchó una voz que le decía: “dile que la amas, aún la amas, díselo”. Volvió a suspirar, no sabía que hacer. ¿Escucharía a la parte de sí que le decía que ahora amaba a Hannah? ¿O la callaría y le haría caso a su otro yo que le decía que aún amaba a Bones? Pasaron unos cuantos minutos, que le parecieron eternos, en los cuales se debatió consigo mismo. Finalmente abrió los ojos, se separó de Brennan unos centímetros y, sin soltar su rostro, la miró a los ojos. Una vez más, como muchas veces antes, tiró todos sus pensamientos a la basura y simplemente siguió sus instintos.
Posó sus labios sobre los de ella, que estaban humedecidos por las lágrimas y bajó sus manos hasta su cintura, atrayéndola contra su cuerpo. Se besaron apasionadamente, olvidándose por completo de todo. Durante esos milagrosos minutos, para ninguno de los existió el resto del mundo. Se olvidaron de los asesinatos, del FBI, del trabajo, de la sociedad, de las demás personas, del pasado, del futuro… Sólo estuvieron ellos, sus labios encontrados, sus cuerpos abrazados, la lluvia que golpeaba en los cristales del coche, sus corazones que latían al unísono… Eran tan sólo un hombre y una mujer, que se amaban en ese momento, en ese preciado y hermoso momento… Eran simplemente Booth y Brennan.

domingo, 8 de mayo de 2011

Ninjas: una historia de amor y guerra cap 7

En el cap anterior:

Tsukiyomi!
Los ojos de Sasuke se tornaron opacos y de lo profundo de su garganta surgió un desgarrador y ensordecedor grito de desesperación. La chica lo soltó y se puso de pie, luego se dirigió hacia donde su padre intentaba despertar a Naruto. Unas pequeñas lágrimas de sangre brotaron de sus ojos rojos, era el efecto que el genjutsu provocaba en su visión, un efecto que por más que se había esforzado en hacer desaparecer sólo había podido disminuir. El Uchiha, a su espalda, cayó al suelo, revolcándose de dolor y lanzando gritos horrendos. Ella limpió la sangre que caía por sus mejillas y se arrodilló junto al jinyuriki, deseando poder acabar pronto con esa misión, ya que aunque no lo demostraba, le dolía y mucho, tener que lastimar a su querido primo.

Capítulo 7: La petición de Itachi.

Mientras contemplaba como Naruto iba, poco a poco, recobrando su apariencia y el conocimiento, los pensamientos de Miyuki divagaron una vez más en sus recuerdos. E encontró nuevamente entre los paternales brazos de su primo mayor. En ese momento, al ser la primera vez que veía al Uchiha, le parecía completamente extraño que el despiadado y cruel asesino la estuviera abrazando con tanta ternura. Poco a poco, el ninja la fue soltando, y cuando ya estuvieron separados, él le dijo:
- Perdona, se que para ti es la primera vez que nos vemos, pero para mi es en realidad la última.
Tardó un rato en procesar las palabras que habían entrado por sus oídos, luego, completamente anonadada y con voz entrecortada, habló:
- ¿Qué…? ¿Cómo es que…? ¿Estás tratando de decirme que sabes quien soy y que tipo de ninja soy?
- Así es, tu nombre es Hatake Miyuki y eres una ninja viajera, viajera del tiempo, provienes de quince años en el futuro.
Abrió los ojos de par en par, no podía creer lo que oía, no podía ser cierto, le era inconcebible, impensable, y sin embargo ese ninja parado en frente suyo le había recitado su secreto. Se quedó mirándolo un rato, hasta que él continuó.
- Me visitaste antes… Es decir, en tu futuro me visitarás… Tú misma me dijiste quien eras la primera vez que te vi.
- ¿Eh? ¿Yo hice eso…? Pero… La primera ley de un ninja viajero es no revelar que provienes del futuro, es imposible que yo te haya dicho algo.
- Era parte de tu misión en ese momento… Créeme.
La miró a los ojos, ella se perdió en los de él, nunca había visto unos ojos como aquellos, negros como la noche y profundos como el más abismal de los precipicios. Le bastó esa pequeña palabra y un vistazo a esos ojos para saber que era verdad lo que le decía. Reacomodó sus pensamientos, entonces habló:
- Tú me enviaste esta nota, ¿verdad?- le mostró el pergamino y él asintió- ¿Cómo hiciste? Es decir, yo ni siquiera tenía idea de quien era en este tiempo.
- Envié la nota ayer, directo a la aldea de Konoha, a tu nombre, de forma anónima, supongo que luego de descubrir que no podían abrirla la guardaron y los ninjas de tu época la encontraron y se la dieron a tu Hokage…
- Esta nota estuvo guardada en los archivos de la aldea por quince años… Resistió incluso la…- estuvo a punto de decir “la batalla de Konoha”, pero recordó que en el tiempo en el que estaba ese hecho histórico aún no había ocurrido.
- Si, resistió la batalla de Konoha y la Cuarta Gran Guerra Ninja.
- ¿Co-cómo sabes eso? ¿Yo te lo dije?
- Así es…
- ¿Cómo es que te revelé tanta información sobre el futuro?
- Porque yo moriré en apenas unos días, sino antes… Pero también se que Yakushi Kabuto, el subordinado de Orochimaru, me revivirá y me usará de títere, junto a muchos más, en la guerra contra la Alianza Shinobi.
Miyuki suspiró- De acuerdo, si te dije todo eso debe ser por algo… En fin, ¿por qué me enviaste la nota?
- Lo sabrás en el futuro… En cuanto a la nota, bueno, el motivo de nuestro encuentro es sencillo: debías conocerme antes de que yo muriera.
- ¿Sólo eso? ¿Debía conocerte?- su tono fue de decepción, había creído que el Uchiha le revelaría algo importante. Al ver la cara de su primo, que denotaba algo de decepción, ella agregó- Quiero decir… Soy una viajera del tiempo, podría conocerte en cualquier momento…
- Si, es verdad, pero debía ser hoy… porque la guerra es inminente en este momento, y además debo contarte algo de suma importancia antes de que muera.
- Ya veo… ¿Qué es entonces?
- Será mejor que nos sentemos- dijo suavemente el pelinegro, señalando una saliente de roca cerca de la caía de la cascada.
Se sentaron junto al río, el agua que caía formaba una espesa espuma blanca y la suave brisa llevaba hasta ellos pequeñas gotas; parecían más una pareja de enamorados que dos shinobis esperando el surgimiento de escalofriantes conflictos. El Uchiha le contó con lujo de detalles toda la historia del clan, la batalla entre Uchiha Madara y el primer Hokage, el pacto en el Kyuubi, el ataque de éste último a Konoha, los planes de la aldea contra los Uchiha, su doble papel de espía, la aniquilación del clan… Cuando acabó. La kunoichi, con ojos llorosos, suspiró:
- Lo hiciste todo por Sasuke… y por Konoha… Te tacharon de asesino, de traidor, tu hermano te odia… y tú… tú lo hiciste por el amor a tu aldea y a tu hermanito…
Él la miró. Nunca había demostrado sentimientos muy grandes, sólo con su hermano y luego, con ella misma, pero no le gustaba que la gente le tuviera lástima o compasión, por lo que su expresión siguió tan fría e inmutable como siempre.
- ¿Quién más lo sabe?
- Nadie… Aunque estoy casi seguro de que Madara conoce la historia… pero sólo te he contado a ti…
- Sasuke… ¡Él tiene que saberlo!
- No, no al menos mientras yo viva…
- Eres muy cruel contigo mismo, Itachi-san.
Volvió a mirarla, el tono que había usado la chica parecía el de una niña pequeña diciéndole a su madre que la quería mucho, eso le provocó una ternura enorme, por lo cual dibujó en su rostro una dulce sonrisa y revolvió el cabello de su pequeña prima.
- No te preocupes por mi… escucha, te conté todo esto para que me prometas algo.
- Dime.
- Debes impedir que Sasuke y Naruto se maten entre ellos.
Ella lo miró extrañada, no entendía que tenía que ver toda la historia del clan con el conflicto entre los dos jóvenes.
- Mi hermano ha perdido la fe en los lazos profundos entre las personas, pero aunque él se niegue a aceptarlo, tiene fuertes sentimientos por Naruto.
Ella sonrió pícaramente- Lo se… ellos se quieren mucho… en el futuro… bueno… en mi tiempo son mucho más que amigos.
Él sonrió- Me alegro de que así sea… pero escucha, lo último que haré antes de morir será darle parte de mi poder a Sasuke y otra parte a Naruto, el poder de Sasuke se activará cuando Madara se acerque a él, pero el de Naruto lo hará cuando se enfrente a muerte, verdaderamente a muerte, con mi hermano. Debes impedir que eso pase, por favor prométeme que impedirás que se maten- tomó la mano izquierda de la chica fuertemente con ambas manos y la miró a los ojos.
- No te preocupes- Respondió ella, apoyando su mano derecha sobre las de él-. Te lo prometo, Itachi-san.

Proximo capítulo: Un cálido abrazo.

lunes, 2 de mayo de 2011

[Manga] Falling Down



Autor: Mitsumura

Año: 2007
Género: Yaoi Doujinshi
Volúmenes: 1
Fansub: OurWord


Cuando Shiki decidió tomar Akira de regreso a su casa, no había mucho que podia hacer Akira, pero cuando se le está dando la oportunidad de obtener su libertad nuevamente matando a Shiki, comenzaran las dudas. ¿Por qué no puede matar al hombre que lo trata como un esclavo?

Descarga: MediaFire

Disfrutenlo! ^^