- No... ¡Naruto! ¡Rayos!
Sasuke comenzó a reír suavemente, lo que hizo que los gruñidos del chico incrementaran. Kakashi soltó al Uchiha y miró a Naruto con desesperación, no contaba con que Naruto se descontrolara, a decir verdad, no estaba en sus planes que pasara lo que había pasado, pero bebía hacer algo, no podía permitir que saliera una cuarta cola, no otra vez. Entonces, mientras el jounin intentaba ordenan sus pensamientos, el jinyuriki lanzó otro rujido, esta vez mayor, y sin más se lanzó hacia Sasuke.
Pero antes de que cualquiera pudiera hacer algo, una figura apareció entre el Uchiha y el rubio, una figura que detuvo al atacante justo cuando éste estaba por lanzar un zarpazo al primero. Sasuke miró inmediatamente hacia el lugar en donde había caído el cuerpo de Miyuki, sólo para descubrir que éste ya no estaba, sólo había unos pequeños rastros de sangre, nada en comparación al gran charco que se había formado al rebanar a la kunoichi. La figura sacó un pergamino del bolsillo de su chaleco antibalas, colocó una gota de su sangre en él, realizó una serie de posiciones de manos -las cuales fueron tan rápidas que ninguno logró distinguirlas- y luego lanzó el pergamino al cuello de Naruto. Poco a poco el chakra se fue esfumando, haciendo que el chico volviera a la normalidad. Cuando el chakra del kyuubi desapareció por completo, la chica giró sobre sus talones y le lanzó un puñetazo en la cara a su primo, el cual le hizo sangrar la nariz retroceder unos pasos.
- ¿Pero que...?
- No voy a permitir que re maten entre ustedes, ¡me escuchaste, Sasuke!
- ¡Mi.Miyuki!- dijo Kakashi entreconrtadamente.
- ¿¡Pero qué rayos haces!? ¡Yo te mate! ¡Te corté a la mitad! ¡No era un clon, estoy seguro!
- No era un clon normal, es verdad, pero era un clon, uno que no conocen en este plano temporal.
- ¡Eres una...! ¡¿Qué se supone que intentas hacer?!- gritó fuera de sí el pelinegro.
- Lo que todo ninja intenta hacer, cumplir mi misión- contestó ella
- ¿¡Misión?! ¿¡Viniste del futuro para impedir que yo cumpliera mi objetivo!?
- Jaja! No te creas tan importante Sasuke, esa no es mi misión, tu apenas apareces en los libros de historia primo, no eres tan importante en el futuro, es más sólo eres un personaje secundario, de esos que están ahí por una razón inútil, como simple relleno de una historia mayor, es más tu sólo eres un fallo, un fallo histórico, surgido de la equivocación de alguien, alguien más importante...
- ¿¡Un fallo, un error!? ¡¡De que hablas!!
- Esa es la verdad, sólo eres un error, un error cometido por Itachi; se suponía que tú debías morir junto al resto de tu clan, pero Itachi cometió un error y lamentablemente, aunque intentamos arreglarlo y hacer que la historia fuera como debía ser, no pudimos, porque a veces, los personajes secundarios permiten que la historia se desarrolle normalmente y bueno... tu cumples esa función, pero nada más...- agregó ella, en forma de respuesta. En realidad, acababa de inventar eso, jamás se había considerado a Sasuke como un error, ni como algo secundario, pero no podía permitir que se desatara una batalla entre él y Naruto, esa era parte de su misión.
- ¿¡Cómo te atreves...!?- el Uchiha hizo un extraño movimiento, atinando a realizar un jutsu, pero Miyuki fue más rápida.
La chica se alejó unos pasos del otro, al tiempo que activaba su Magekyo Sharingan y lo hacía girar, paralizándo a su primo. Kakashi, un poco más calmado se acercó a Naruto, que había caído de rodillas casi inconsciente luego de que el chakra del zorro desapareciese, dejando a Sasuke completamente en manos de su hija. Ella le había repetido muchas veces que había sido entrenada para enfrentarlo a él y a todos los Uchihas; en el futuro era la encargada de cumplir todas las misiones referentes a la historia del clan y de la relación de sus miembros con los demás shinobis.
- Lo siento Sasuke, se que es duro saber que sólo eres el producto de un error, o mejor dicho que sólo eres un pequeño engranaje, un pequeño peón de un plan mucho más grande, pero esa es la verdad, y no puedo permitir que hagas estupideces, no más, es hora que entiendas ciertas cosas.
La kunoichi tomó de su porta shurikens un pequeño sello, realizó una extraña posición de manos y lanzó el sello a los pies del Uchiha.
- Bloqueo de chakra!
El joven lanzó un grito ahogado y cayó de rodillas, aún inmóvil, y ahora sin poder utilizar su chakra, miró con furia asesina a la chica de cabello plateado, la cual se le acercó, se agachó para estar a su altura y le tomó el mentó.
- Tus ojos son tan profundos como los de Itachi, pero también son más oscuros, son como perlas negras, no puedes ver mucho más a través de ellos, los ojos de tu hermano era más bien como el cielo que queda entre dos estrellas, es profundo, oscuro, pero si quieres y tienes la capacidad, puedes ver más allá... Es una lástima que no hayas entendido las intenciones que él tenía para ti, es una lástima que no hayas aprendido algo de lo que él te brindó... en fin... por ahora, no me queda otra que hacer que sufras, al menos un poco... luego entenderás porqué lo hago, porqué dije lo que acabo de decir... pero sólo luego de ésto...- lo miró una vez más y dijo- Tsukiyomi!
Los ojos de Sasuke se tornaron opacos y de lo profundo de su garganta surgió un desgarrador y ensordecedor grito de desesperación. La chica lo soltó y se puso de pie, luego se dirigió hacia donde su padre intentaba despertar a Naruto. Unas pequeñas lágrimas de sangre brotaron de sus ojos rojos, era el efecto que el genjutsu provocaba en su visión, un efecto que por más que se había esforzado en hacer desaparecer sólo había podido disminuir. El Uchiha, a su espalda, cayó al suelo, revolcándose de dolor y lanzando gritos horrendos. Ella limpió la sangre que caía por sus mejillas y se arrodilló junto al jinyuriki, deseando poder acabar pronto con esa misión, ya que aunque no lo demostraba, le dolía y mucho, tener que lastimar a su querido primo.
Proximo cap: La petición de Itachi
No hay comentarios:
Publicar un comentario