Capítulo 1
- ¡¡Sasukeeeeeeeeeeeeeeeee!!- el grito desesperado se escuchó desde fuera de la cueva.
Naruto seguía corriendo desesperadamente, revisaba cada habitación de esa maldita guarida en busca de su amigo.
Sasuke, mientras tanto, jugueteaba en el filo de una reluciente espada. Había escuchado cómo alguien, o mejor, cómo esa inconfundible y familiar voz lo llamaba a gritos. Él esperaba con ansias volver a ver a quien había sido su más importante amigo, aquel chico hiperactivo con el que siempre había rivalizado, pero al que siempre había considerado amigo, hasta el momento en que decidió tomar un nuevo rumbo para poder cumplir con su venganza.
Y aunque esa venganza no estaba cumplida aún, Sasuke se preguntaba qué sentimientos pasarían por su mente cuando tuviera a Naruto frente a él después de tres años de ausencia. Cómo reaccionaría él antes esos cristalinos y sinceros ojos celestes, y también se preguntaba cómo reaccionaría el mismo Naruto al verlo a él.
Sintió pasos apresurados, el eco llegaba perfecto a sus oídos ya que el piso y las paredes eran de roca sólida.
Naruto seguía corriendo por el largo pasillo, veía una luz al final, sentía que si llegaba ahí estaría él, esperándolo, con su fría mirada, y al verlo clavaría sus profundos ojos negros en los suyos y luego probablemente le diría algo. Así era siempre, o por lo menos así era hace seis años, cuando eran compañeros de equipo, amigos, los mejores amigos... y luego, algo más... No podía esperar, en verdad quería volver a verlo, escuchar su voz, oler su aroma... luchar contra él una vez mas...
Llegó por fin al final del pasillo, se encontró ante una enorme sala, con una especie de altar dedicado a una serpiente en el fondo; apenas entró lo invadió un horrendo aroma, putrefacto, desagradable... Observó con atención la enorme habitación. Parecía muy cálida por las tenues luces que la iluminaban, pero se sentía fría como una caverna. Tenía muchas columnas y sentado enfrente del altar, con una espada en su mano, estaba él, el chico de cabello azul oscuro, ojos negros como la noche y piel blanca, muy blanca. Su cabello lacio estaba más largo que hacía tres años, casi le llegaba a los hombros, se notaba que ya no tenía quince años, se notaba que ese era un Sasuke más maduro, más fuerte y más decidido. Aún así su rostro no dejaba de tener los rasgos que lo identificaban como quien era: Uchiha Sasuke.
Sasuke levantó la vista, Naruto había entrado en la habitación y lo miraba. Sus ojos celestes como el cielo mostraban que era tan sincero y transparente como siempre, pero su rostro, ahora mucho más de adulto, mostraba cuánto había madurado, cuánto se había fortalecido, cuánto más se había decidido a cumplir con sus metas como ninja. Su cabello rubio estaba un poco más largo y llevaba en su frente una bandana de Konoha, una de color negro, lo que le daba cierto toque de adulto.
Sus miradas se encontraron, el Uchiha clavó su mirada en los ojos de Naruto y éste no la desvió, al contrario, la mantuvo firmemente.
Sasuke bajó del altar y caminó lentamente hacia su antiguo amigo.
Naruto vio como el otro se acercaba, entonces él también comenzó a caminar al encuentro de su amigo.
Estando a unos metros de distancia ambos se frenaron. Se miraban fijamente, pero estaban completamente calmados. Naruto tenía su manos a unos pocos centímetros de su kunai, mientras que Sasuke tenía la suya apoyada en el mango de su espada.
- Cuanto tiempo, ¿no, Naruto?
- Si, bastante... Sasuke.
- Parece que has crecido.
- Y tu...
Sasuke acercó su mano al rostro de Naruto, el corazón de éste se aceleró inmediatamente, pero la mano del morocho tomó un mechón de cabello rubio, lo enruló y lo soltó, luego tomó la bandana e intentó sacarla.
Naruto, al percatarse de las intenciones del otro lo tomó de la muñeca y lo obligó a soltarla.
- ¿Por qué el cambio de bandana? Creí que adorabas la tuya- comentó Sasuke, como burlándose.
- Tuve un pequeño problema en estos años que no nos vimos.
- ¿Pequeño problema?
- Si Sasuke, tú me has causado varios problemas.
- ¿Yo?
- Si... tu y tu venganza... me han dado problemas...
- Mi venganza... bueno, si lo pones así, tu también me has causado problemas...
- ¿Yo?
- Si, tu Naruto... tú y tu ilusión de que podías hacerme volver...
- Aún la tengo... y se que esta vez vendrás de vuelta con migo...
- Pareces muy convencido... más que de costumbre...
- Ya no somos niños Sasuke, ya no tengo esas esperanzas inocentes... se perfectamente que sólo hay una forma para que vengas a la aldea...
- ¿A sí? ¿Cuál?
- Enfrentándote, venciéndote, matándote si es necesario.
Sasuke soltó un suspiro de risa.
- Tú jamás podrías matarme...
- ¿Qué te hace pensar eso?
El Uchiha volvió a tomar un mechón de cabello de Naruto y lo miró con una maliciosa sonrisa.
- Porque se perfectamente cómo reaccionas ante algo tan simple como esto...
Naruto serró los ojos y apretó los dientes, no podía creerlo, su corazón se había acelerado con el pequeño roce de la piel del Uchiha y él lo había percatado. Pero no podía quebrarse así sin más, debía hacer algo.
Tomó bruscamente la mano de Sasuke, la alejó de su rostro y se acercó bruscamente a él. quedaron a pocos centímetros, sus narices casi se tocaban y Naruto sonrió, satisfecho, al tiempo que comenzaba a alejarse lentamente.
Sasuke quedó atónito, no podía creerlo, el rubio hiperactivo le había jugado igual que él y no podía entender la reacción de su cuerpo al tener a Naruto tan cerca. Naruto clavó sus cristalinos ojos en los suyos.
- Parece que no soy el único en reaccionar así...
...continuará...
